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UC e Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia firman alianza con laboratorio chino que está desarrollando vacuna contra el COVID-19

El ministro de Ciencia Andrés Couve destacó el convenio de colaboración con la biofarmacéutica Sinovac Biotech que permitirá evaluar en Chile vacuna en etapa avanzada de desarrollo.

16 Junio 2020

 

Una alianza de colaboración entre la Pontificia Universidad Católica, a través del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), liderado por el Dr. Alexis Kalergis y la empresa biofarmacéutica china Sinovac Biotech Limitada, permitirá a Chile participar en los análisis de efectividad de la vacuna contra el COVID-19, lo que facilita el acceso de nuestro país a la vacuna. Además, con el convenio de colaboración -que se realizará el martes 16 de junio a las 21:00 horas (local) mediante la Zoom- permitirá que la vacuna que está desarrollando el Laboratorio asentado en Beijing, China, pueda ser evaluada en estudios en Chile a fin de acercar esta vacuna a nuestro país. Las pruebas clínicas esperan evaluar la eficacia de la vacuna de Sinovac Biotech Limitada en población Chilena. En esta colaboración han participado de manera activa los Doctores Susan Bueno y Pablo González, académicos de la UC e investigadores asociados del IMII.

El ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve, destacó que este acuerdo se enmarca en la estrategia nacional para lograr el suministro oportuno y equitativo de una vacuna contra el COVID19 que lidera desde el Gobierno: “Este es un primer paso de un plan que consiste en seguir tempranamente desarrollos promisorios y establecer vínculos estratégicos para realizar ensayos clínicos en Chile. Hoy el Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia junto a la Universidad Católica cierran un acuerdo muy relevante gracias a la destacada trayectoria y experiencia con la que cuentan sus investigadores en este tipo de colaboración internacional”.

“Es importante explorar múltiples caminos de acción para garantizar el acceso a una vacuna. Uno de éstos, sin duda, es el desarrollo en Chile de investigación científica para la generación de prototipos locales, dado que eso nos posiciona en el mapa de desarrolladores de vacunas”, afirma el Dr. Kalergis, director de IMII y creador de la vacuna contra el virus respiratorio sincicial.

El académico de la Universidad Católica agrega que “la colaboración con grupos y organismos internacionales es clave, porque podemos conocer y acceder de primera fuente a los avances hechos por otros equipos. Adicionalmente, a nivel internacional se han emitido múltiples declaraciones relacionadas a la necesidad de liberar los derechos de propiedad intelectual y facilitar el licenciamiento de productos claves para abordar y posiblemente resolver a pandemia causada por Covid-19”.

Pioneros en la vacuna contra el H1N1

Fundado en 2001, el laboratorio SINOVAC -especialista en investigación, desarrollo, producción y comercialización de vacunas contra enfermedades infecciosas humanas- es uno de los cuatro laboratorios chinos autorizados para realizar ensayos clínicos que permitan un tratamiento de inmunización para proteger a la población del COVID-19.

En el año 2009, el gigante asiático se convirtió en el primero en el mundo en sacar al mercado una vacuna contra la gripe porcina H1N1.

Respecto a la vacuna contra COVID-19, en abril pasado Sinovac Biotech obtuvo resultados positivos con esta formulación en pruebas realizadas en monos y actualmente conduce estudios clínicos un gran número de participantes en China. En la medida que se esté demostrando su seguridad, la eficacia debe ser evaluada lo que permitiría avanzar en la materialización de la inmunización, es necesario realizar un ensayos de fase III en individuos susceptibles de contraer este virus.

Una vez terminadas las pruebas clínicas en humanos, Sinovac Biotech espera producir 100 millones de dosis al año para combatir el virus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad.

Trabajo colaborativo

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, OMS, la producción de una vacuna puede tomar entre 12 y 18 meses. Por lo que la investigación colaborativa resulta fundamental en todos los ámbitos.

“Es importante aclarar que, dada la gravedad de esta pandemia, la comunidad científica mundial está trabajando arduamente para combatir este virus. Por esto es muy importante trabajar en colaboración y que exista un desarrollo simultáneo de una alta cantidad de iniciativas. Esto nos permitirá tener mucha mayor probabilidad de obtener una o más vacunas que protejan a la población pronto”, enfatiza el Dr. Alexis Kalergis.

“En esta pandemia la colaboración de la comunidad científica ha sido clave para avanzar en la búsqueda de una alternativa que nos permita superar esta crisis de salud sin precedentes. Un ejemplo de esto es la OMS, que ha puesto en marcha un ensayo clínico denominado “Solidaridad” para acelerar el desarrollo de vacunas y tratamientos a que involucra a más de 90 países”, destaca el científico nacional.

Disponibilidad de Vacunas

“La situación actual en torno a la pandemia por COVID-19, tanto en el mundo como la región sin duda requiere de una vacuna como solución. La prevención es sin duda la mejor vía para minimizar la tasa de enfermedad y muertes producidas por SARS-CoV-2. Las vacunas son fáciles de aplicar y pueden proveer protección de larga duración. Lamentablemente, hasta ahora ninguna droga ha demostrado ser suficientemente efectiva como para garantizar la supervivencia de individuos con COVID-19 severa”, indica el Dr. Pablo González, académico tambien de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica e Investigador Asociado del IMII.

A su vez, la Dra. Susan Bueno, académica de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica e Investigadora Asociada del IMII señala que “Está en el interés de los países el poder evaluar de forma directa la efectividad de nuevas vacunas contra COVID-19 con el fin de determinar si estas formulaciones son efectivas en su población, a la vez que este tipo de estudios facilitaría el acceso oportuno a estas formulaciones”.

El Dr. Kalergis señala que son varias las casas de estudio internacionales que están enfocadas en el desarrollo de una vacuna, es el caso de la Universidad de Oxford, donde “se ha establecido un lineamiento para hacer disponibles los derechos de uso de la licencia de la potencial vacuna, de manera no exclusiva y libre de costo por el periodo de duración de la pandemia de acuerdo a lo definido por la OMS”.

Por otra parte, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual en su declaración ‘Consideraciones en torno a la propiedad intelectual, la innovación, el acceso y la COVID-19’, indica  que “entre las medidas normativas previstas en la legislación internacional y nacional de propiedad intelectual para hacer frente y mitigar las situaciones de emergencia y catástrofe, figuran las licencias obligatorias y las licencias de pleno derecho de tecnologías patentadas, incorporadas en material médico y medicamentos vitales; y la aplicación de excepciones en relación con las obras culturales y educativas para garantizar la disponibilidad de datos, información y conocimientos vitales para combatir el virus y contener su difusión, atenuar el sufrimiento humano que está causando y permitir que las instituciones afectadas, como las escuelas y las universidades, sigan cumpliendo su cometido a distancia o de manera virtual. Al aplicarse de manera selectiva y temporal, estas medidas pueden ser útiles o incluso fundamentales cuando sea evidente que existe una necesidad a la que se puede responder”.

Cerca de 20 años de experiencia

El Dr. Alexis Kalergis es responsable de liderar el desarrollo de la vacuna contra el virus respiratorio sincicial (VRS), la primera inmunización de este tipo diseñada en el mundo, y del metapneumovirus, que actualmente se manufactura en más de 25 mil dosis en Estados Unidos. Ambos agentes virales son dos de los principales causantes de neumonía por infecciones respiratorias. Además, junto a los académicos de la Facultad de Ciencias Biológicas Dres, Susan Bueno y Pablo González y de la Dra. Katia Abarca de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica que integran su equipo, cuentan con más de 20 años de experiencia en el desarrollo de una vacunas contra virus respiratorios y otras enfermedades infecciosas.

“En base a la experiencia exitosa que hemos tenido en el IMII y la UC con desarrollo de vacunas contra virus respiratorios, como el sincicial y el metapneumovirus, comenzamos a aplicar este conocimiento en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus. Este es un trabajo en conjunto entre la UC, el IMII y el Consorcio Tecnológico en Biomedicina Clínico Molecular, apoyado por la Fundación COPEC-UC”, señaló el investigador, quien liderará a un grupo de jóvenes científicos chilenos que son parte del proyecto.

Según el director del IMII, la fórmula utilizada exitosamente contra dichos virus podría ser también útil contra el COVID-19.

“Pensamos que desde la ciencia chilena podemos aportar con una solución segura y concreta contra esta enfermedad que se está convirtiendo en una pandemia infecciosa”, aseguró el académico de la Universidad Católica, quien confía en que este desarrollo ponga a este centro de excelencia en inmunizaciones contra virus en la vanguardia del conocimiento mundial.