logo Ministerio y política nacional de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación

A un año de la puesta en marcha del Ministerio de Ciencia, presentamos los primeros lineamientos que guiarán el desarrollo de políticas públicas en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación al alero de la nueva institucionalidad.

Vivimos momentos de grandes desafíos. El cambio climático, las pandemias del siglo XXI, el envejecimiento de la población, los vertiginosos cambios tecnológicos, y las mayores exigencias de participación ciudadana en la toma de decisiones, sólo por mencionar algunos ejemplos, son espacios en que conviven oportunidades y amenazas. Sin embargo, son nuestras decisiones las que definirán nuestro futuro y trayectoria hacia el desarrollo, y en ellas el rol del conocimiento será determinante.

Crearnos un mejor futuro depende de aprovechar y fortalecer nuestro talento y capacidades en investigación en distintas áreas del saber y potenciar decididamente los canales para generar valor social, cultural y material para la sociedad. Depende también, de promover la interacción entre muchas personas e instituciones, públicas y privadas, para generar un ecosistema de calidad y diverso donde las posibilidades de aportar al bienestar de las personas y de brindar soluciones a grandes desafíos se multipliquen; y es dotándonos de una institucionalidad moderna que podemos desarrollar y articular la capacidad de anticiparnos y dar mejores respuestas a través de ese conocimiento.

En este afán, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, mediante esta política, la primera elaborada en el marco de la nueva institucionalidad, juega un rol clave promoviendo y articulando estas capacidades y poniéndolas al servicio de las personas y del desarrollo del país.

La política que se presenta a continuación, construida de manera participativa junto a más de mil personas y en conexión con otras estrategias del país, considera:


Los diferentes escenarios de crisis actual son especialmente apropiados para imaginar y construir un futuro colectivamente. El ejercicio de construir una política y alcanzar sus metas nos ofrece la oportunidad de hacer del breve periodo 2020-2022 que le compete como el inicio de un camino, como el momento histórico en el que se trazan las nuevas bases fundacionales que muchos otros y otras tendrán que continuar, para hacer del conocimiento – en todas sus manifestaciones – la piedra angular de un país que toma las riendas de su propia ruta hacia un desarrollo integral y sostenible.